DIA 1:
Me ha dicho el Mayor que me merezco vacaciones y también a mis compañeros con más hombría. Así que nos ha regado una semana de crucero muy divertido. Hoy partimos para Barcelona. Estoy más contento que un chaval con zapatos nuevos. 

Dia 2:
ESte crucero es un asco.  Aquí no està ni Piolin, ni la Abuelita, ni el lindo gatito.  El barco no se mueve de esta puta ciudad.  Estoy harto de ver siempre la estatua de Colon llena de mierda de paloma, como se burla de mí. Hoy salí a cubierta a tomar el fresco y una gaviota se me cagó en la sesera. El puto Colon me señaló otra vez con su dedo para que todos se dieran cuenta para vengarse de mí. El mayor dice que todo es culpa de los catalanes. Me estoy empezando a cabrear. 

Dia 3:
Nos han soltado para hacer un reconocimiento de la ciudad. En la Rambla me he encontrado a una abuelita que me ha llamado Piolín malparit. Se lo he dicho al Mayor. Dice que es motivo de orgullo. Que la legión tiene una cabra como mascota y nosotros un pollo. Me he emocionado. 

Dia 4:
Me he quejado al Mayor de la comida. Desde la cena de anoche estamos todos con diarrea. El barco parece una ciénaga. Me llega la mierda a los tobillos. Me he quejado al Mayor. Me ha vuelto a decir que la culpa es de los catalanes. Al final les voy a coger manía. 

Dia 5:
El Mayor dice que los catalanes están escondiendo urnas con las cenizas de sus abuelos por todo el territorio. Se han revelado y no van enterrar a sus muertos en el cementerio para no tener que gastar en flores. Ya sabemos cómo son de avaros estos polacos. Las ordenes son aporrearlos a todos. ¡Malditos bastardos! Creo que hoy me voy a ganar el cielo. 

Dia 6:
Estoy en el hospital. Ayer tropecé con el ojo de un catalán que rodaba por el suelo y me partí una uña. No pude apalear a nadie, pero me ha dicho que me merezco una medalla por mi arriesgada acción. En los hospitales catalanes se come bien.